jueves, 26 de febrero de 2009

Mi pregunta.

¿Qué hay mañana?
¿Qué hay pasado?
¿Qué hay después?

Me pregunto en mi pregunta
si alguna respuesta encontrare.
No me preguntes a mí
me responde ella,
si yo soy pura incertidumbre.

Vivimos preguntándonos
porqué no hallamos la respuesta.
Morimos respondiendo
¿para qué nos preguntamos?

Y la pregunta nos pregunta:
¿Qué hay mañana?
¿Qué hay pasado?
¿Qué hay después?

Mi pregunta se pregunta
si alguna respuesta encontrará.
No me preguntes a mí,
le respondo,
si yo soy pura incertidumbre.

martes, 24 de febrero de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

martes, 17 de febrero de 2009

Demos.

DEMO 1
Producido por Mardok y NUÑo!?



DEMO 2
Producido por Mardok y NUÑo!?

viernes, 13 de febrero de 2009

lunes, 9 de febrero de 2009

Escenario Oscuro.

Tormentas de sal reflejan la noche en el golpear de las rocas, no solo la noche refleja su furia; esta noche...todos.

Muerto. Esa noche había muerto, el sobretodo ya no me escondía del agua y yo tampoco, cada gota descargaba en mi rostro; odio. Sí, yo odiaba a esa bestia falta de divinidad y perdón por eso rompí su cuello. Trepe cada escalón cual Dante el espiral del infierno, me asome desde la punta de la gárgola y mostré el nefasto al cielo ennegrecido. Iluminó su rostro, iluminando el todo con punzantes destellos que ramificaban su gloria en cada rincón de la tenebrosa ciudad.
Lo dejo caer, se precipita sin resignar su vida, extendiéndose sin llegar a nada, muere, sus huesos, su sangre, su sepulcral silencio al terminar, una orquestica ópera en el frío y húmedo empedrado de la ciudad que se pierde en la indiferencia que nunca duerme.
El gato ha muerto, doy media vuelta y marcho, no tengo tiempo para disfrutar del cruento episodio, las tinieblas gobiernan; es hora de redimir ángeles, de devolverlos al infierno pues seré juez, jurado y verdugo, mi espada y yo sembraremos justicia.
La luna ilumina la escena, como si se hubiese montado un escenario, dos ladrones intentan irrumpir en una de las casas del antiguo barrio; antes de saltar; un viejo dilema arremete mi mente: es justo aplacarles, son ellos culpables de sus falencias, se los colocó en lo más bajo de la pirámide social, sus limitaciones llevan las marcas de la displicencia, marginales son incapaces de crear una conciencia moral y solo pueden intuir en función de un bien propio efímero. Pero mi búsqueda no diferencia sectores, mi justicia llega a todos los niveles, solo de esa manera mi cruzada tendrá sentido, por eso me dejo caer al abismo.
Aterrizo en la empedrada vereda; como aquel pájaro de ébano que atormentaba pensamientos yo atormente sus almas, cegados de furia se abalanzan hacia mí, la lucha es efímera el único corte en el aire es el de mi espada, y corta, corta bien; mi estomago gira hasta descomponerme, no importa cuántas veces lo haya hecho cada una de ellas convulsiona mi sistema nervioso, recorre mi espina y estalla en mi cuello.
El amanecer los encontrara víctimas de un mecanismo de justicia universal, motor inmóvil capaz de cambiar al mundo y aun así dejarlo en manos del abandono humano, su crueldad y desgano ha llegado a tal punto de darle al cegador conciencia, pues en un régimen adecuado su función sería práctica y, al salvarse él, salvará a la comunidad; pero la comunidad no debería ser salvada, pues es un error, pues ha arriesgado y ridiculizado su alma a cambio del libre albedrío, a quien se le ocurre aventurar placer eterno por placer efímero ¡Ganado de idiotas destinados a arder en el infierno!...

Sinceramente odio a la humanidad por ser capaz de compadecerla, oh Dios si solo pudiera odiarte.

jueves, 5 de febrero de 2009

martes, 3 de febrero de 2009